Malotes de playa llenos de tatuajes.......pero siempre con un punto de ternura.
Muchos "playingueros" con tiendas de campañas para resguardarse del sol (Nosotros, tirados en la playa con una toalla y poco más, lo que contribuyó sin duda a mi rojizo tono de piel post-playero).
Vigilantes de la playa faltos de cualquier tipo de carisma y autoridad, etc...
Aprovechamos también la tarde del sábado y el mediodía del domingo para pasarnos por el festival de Tanabata de un pueblo cercano llamado Mobara, donde pudimos comer en varios de los muchos chiringuitos que había así como ver las celebraciones típicas de los pueblos japoneses, que le da un toque más auténtico que los que puedes ver en Tokio.
Conclusión final, los viajes moteros molan y Chiba es un lugar perfecto para marcarse una escapada de fin de semana en moto.
Oye Miguel, si quieres más visitas te doy permiso para qsubas la foto-jamelgas jajaja
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