jueves, 12 de agosto de 2010

He de confesarlo, ME ENCANTA EL KARAOKE!!!!!!!

Ojo cuidao!! Aclaración, me encanta el karaoke a la japonesa. Antes de llegar a Japón, habiendo experimentado tan sólo los karaokes españoles, no podía comprender cómo podía ser tan famoso aquí en Japón. Tres son las diferencias básicas entre ambos karaokes que merece la pena recalcar:


La gente - En Japón las salas de karaoke están divididas en varias habitaciones donde tú y tus amigos os encerráis a cantar las canciones que os gustan. En España suele ser una gran sala donde tienes que subirte a una especie de escenario y cantar delante de un montón de desconocidos, lo cual en mi caso (debido a mi natural vergüenza) supone un desmesurado esfuerzo.



La música - En Japón las máquinas de karaoke tienen una gran cantidad de música donde elegir como por ejemplo grandes grupos como Queen, The Cure, Muse, Kings of Leon, Rage against the machine, The Clash, Foo Fighters, Smash Mouth, Creedence Clearwater revival, Dream Theater!!!! y muchos más. En España el número de canciones también es alto pero la calidad de los grupos presentes....vamos, no quiero empezar a comparar "triunfitos" y "reggaetoneros" con los grandes dioses del Olimpo del Rock.
Uniendo estas dos primeras razones aparece un factor extra en contra del karaoke en España. La mayoría de los asistentes suelen ser horteras de primera que no hacen más que poner música de mierda (sin ánimo de ofender que conste :-).
La bebida - Los karaokes en Japón, como muchos restaurantes también, tienen una opción bastante competitiva en precio, el Nomihodai. La traducción del japonés sería "bebe todo lo que quieras" aunque los españoles (que raro) solemos utilizar más la traducción libre de "bebe todo lo que puedas". Lo mismo pasa con la comida (Tabehodai).

Siendo de la opinión de que el modelo japonés de "entretenimiento cantor" es superior, he de admitir que en España también existen pocas, pero muy divertidas fiestas con el karaoke como excusa. Un gran ejemplo es el Antikaraoke, que se celebra en Barcelona y en Madrid (Sala Sol, primer miércoles de mes) y que la Maestra de Ceremonias Rachel Arieff lleva con maestría.


Sin embargo, ¿qué puede competir con pasar de vez en cuando un par de horas encerrado con tus colegas, cantando una tras otra todas tus canciones preferidas y con cerveza a espuertas? (aviso, es una pregunta retórica).

No hay comentarios:

Publicar un comentario